Sinopsis

Katherine se trasladará a Santiago, para pasar el verano en casa de sus tíos. Pero aquel lugar tan idílico no lo será tanto, enseguida su ángel protector entrará en acción, y le avisará continuamente que ese chico del que ella está enamorada, no es alguien de fiar.
¿Qué es lo que Jack esconderá?

martes, 5 de abril de 2011

Capítulo.9 Segunda Parte

Ya os traigo la segunda parte del noveno capítulo!!!! me parece que este cap tendrá otras dos partes más. Espero que os guste, he puesto todo mi empeño para que este cap fuera el mejor del libro, aunque creo que el 10 lo va a superar y el 11 seguramente será increíble!!!! Besos y gracias por todo sois geniales!!!


Y por fin despertó. Había sido un sueño…especial. Katherine aún no podía comprender o asimilar lo que había sentido en aquel especie de trance en el que acababa de estar sometida. Había sido receptora de un millón de sentimiento y sensaciones. Sin embargo no era aquella sensación de realidad lo que más la asustaba, si no, lo visto antes de despertar. Adam.
Podía sonar a disparate, pero era así, en un principio no lo había reconocido, y cuando su cerebro analizó la información que le llegaba… simplemente era extraño e irreal, debía de serlo.
Aunque, si se ponía a pensar… desde que llegó al pueblo, no le habían dejado de ocurrir cosas fuera de lo común. Primero, la sensación tan especial que sintió el mismo día que llegó a casa de su tía en una de las habitaciones del segundo piso.
Después, la especie de rayo rojo que atravesaba su mente cada vez que su piel entraba en contacto con la de Jack.
Aunque todo aquello quedase ridículo en comparación con “la búsqueda del tesoro”. Sí, lo peor era haberse despertado en medio del bosque en plena noche, y encima, tropezar con un cuerpo.
Luego vino el intento de asesinato por parte de su prima, y la verdadera naturaleza de Jack y Adam. También estaba el sueño que tuvo consigo misma, un trance muy profundo que la llevó al interior de su mente, a la raid de sus secretos.
Adam, casi siempre era Adam. El día anterior, le había visto hacer algo raro a su prima. Después ella misma comprobaría, a través de los recuerdos de Laura, todo lo que él (o al menos en parte) le había hecho.
Katherine se puso en pie, y corrió las cortinas, un día gris, de cielo encapotado le dio la bienvenida.
Las olas del mar alcanzaban la orilla de la playa sin fuerza, agotadas, no había ni una sola gaviota que sobrevolase la arena. Las ramas de los árboles próximos a la casa se balanceaban suavemente, debía de haber una brisa, pero Katherine no quiso abrir la ventana para comprobar la temperatura, ya se la imaginaba.
Caminó hasta el cuarto del baño, y una vez hubo salido, se quedó quieta en el pasillo, mirando la cama vacía de su prima. Estaba tal y como la había dejado anoche, antes de irse.
Katherine bajó a la cocina, preocupada, el estómago le rugía como una fiera salvaje. Al entrar, se encontró con Ulalia, que se mordía las uñas de los dedos, mientras miraba por la ventana, perdida en sus pensamientos, y en la mesa, una taza de café enfriándose, sin aún haber sido probada.
Katherine pasó desapercibida ante su tía, y no fue porque ella así lo quisiese, pues desde que se puso manos a la obra con intención de prepararse el desayuno, de le habían caído el plato y el cuchillo que iba a usar para las tostadas y la mermelada de melocotón, su preferida.
Pasó un buen rato hasta que Ulalia escapó de sus pensamientos, para entonces, Katherine ya terminaba de comerse el último trozo de la última tostada, y apuraba el resto del café con leche que se había preparado.
-       ¿Te marchas? – le preguntó, con voz pequeña. Carraspeó.
-       Sí, - Katherine se giró para no darle la espalda a su tía – tengo que ir un momento a casa de Jack. ¿Me necesitas, te encuentras bien?
-       No por supuesto, vete y pásalo bien. Estoy bien, tranquila, solo es que…
-       Es por Laura, pensabas que ya habría vuelto ¿verdad? – Katherine se cayó, con miedo de haber hablado demasiado. – Tía, seguro que vuelve. Ayer se enfadó, pero hasta ella, con lo cabezona que es, sabe que el mejor sitio para estar en el mundo es este, tardo o temprano lo comprenderá y volverá.
Ulalia sonrió, su sobrina le había revuelto una esperanza que ya había empezado a perderse en su mente.
-       Sí, tienes razón, gracias Katherine. Venga, vete, que Jack estará encantado de que vayas a buscarlo. – Le dijo ella, aparentemente más animada.
Katherine subió las escaleras hasta su cuarto. Una vez allí procedió a vestirse, se puso un pantalón vaquero y una camiseta azulada de manga corta. Encima llevaba una chaqueta blanca con algunos estampados de la marca fabricante.
Un rato después, salió a la calle tras despedirse furtivamente de su tía. En la calle, una brisa le azotó el cabello, revolviéndolo y enredándolo.
Descartó hacer uso del autobús, pues la casa de Jack no estaba tan lejos.
Anduvo un rato hasta alcanzarla.
Antes de que llamara al timbre, Jack le abría la puerta, y le decía:
-       Pasa – sus labios dibujaban una profunda sonrisa.
-       Hola. – Él le besó sin que ella se lo esperase.
-       Katherine quería decirte que, Adam y yo hemos decidido cerrar la tienda.
-       Ah… - eso no se lo esperaba.
-       Pero tranquila, sé de tu estado económico, pues Lusom, antes de… bueno eso, me comunicó el porqué de tu razón para trabajar en la tienda. Y como estoy al tanto de eso, quería ponerme a tu disposición, ahora que bueno… estamos saliendo, pues si necesitas de dinero, puedes pedírmelo sin dudarlo.
-       Pero… yo no… - Katherine intentó rechazar su proposición.
-       No acepto un no por respuesta. – Le cortó él.
-       De acuerdo – asintió ella. Sabía perfectamente cómo era Jack para con el dinero, así que decidió callarse. Ella había ido por otra cosa, pero cada vez estaba más insegura de si contarlo, no quería romper aquel bonito momento por el que estaban pasando.
-       Estás seria, ¿te pasa algo? – le preguntó él.
-       Jack, quería hablar contigo, sobre una cosa…
-       Claro, ven, sentémonos.  – Jack la dirigió hasta el sofá. - ¿Has desayunado? ¿Quieres que te traiga algo?
-       No. Sólo quiero hablar.
-       ¿Sobre qué? – quiso saber él.
-       Es, no te lo tomes a mal, pero… ayer vi a Adam, haciendo una cosa…
-       ¿Qué? – insistió él. La miraba fijamente a los ojos, con las manos juntas sobre las rodillas.
-       Estaba usando, ¿cómo decirlo? Un control, cómo hipnotizando a Laura. ¿Lo sabías?
Jack se quedó en silencio.
-       Jack, tengo que confesarte una cosa sobre mí. Y espero que lo aceptes al igual que yo he aceptado tu naturaleza. – Dejó unos segundos para soltar aquel tanque tan pesado que siempre llevaba a la espalda, Katherine confiaba en él, ese era el motivo por el que procedía a ello. – Soy diferente a las demás personas. No bebo sangre como tú, ni tampoco me convierto a la luz de la luna llena. Pero desde pequeña, he sido mucho más sensible a otro mundo que los demás. Soy capaz de ver fantasmas, o espíritus, según quieras llamarlos. Al tocar a la gente, puedo incluso saber lo que sienten, o más raro aún, introducirme no sólo en sus recuerdos, sino incluso en los de sus vidas pasadas. En alguna ocasión, cuando he estado en un lugar en el que ha habido (en el pasado) un accidente, o ha sido motivo de mucho sufrimiento, puedo revivirlo, por suerte esto solo me ha ocurrido dos veces en mi vida, y espero no volver a pasar por lo mismo, porque es horroroso. Jack… yo, te quiero, y es por eso que te estoy confesando esto, ¿me aceptas tal cómo soy? – hubo un espacio corto de silencio.
-       Por supuesto. – Afirmó él. – Además yo no sería el más indicado por juzgar a nadie por su naturaleza ¿no? Quiero que sepas, que ya lo presentía, en mi pasado he conocido, o he estado en contacto con otras personas con dones similares a los tuyos.
-       ¿De veras? – preguntó ella, asombrada.
-       Sí. He visto demasiadas cosas.
-       Bueno, ya me contarás más cosas sobre eso más adelante. Yo quería saber si estabas enterado de lo que hace tu hermano con mi prima. Sé que es familia tuya, pero… Jack no puedo consentirlo, Laura está y ha sufrido mucho, su mente está hecha un lío, siente terror por todo lo que la rodea, está alerta en todo momento…
Se volvió a hacer el silencio.
-       Jack, por favor, contéstame. ¿Lo sabías?
-       ¡Contéstale, eso, venga Jack! – Adam apareció en el salón bajando por las escaleras que conducían al segundo piso. - ¡Dile la verdad, cuéntale todo!
-       ¿La verdad? – repitió Katherine, mirando a ambos hermanos a la vez. - ¿Qué me tienes que contar, Jack?
Él estaba mudo, en shock, por su cabeza sólo cruzaba una idea en aquel momento; matar a Adam.
-       Puesto que él no quiere contestarte, lo aré yo. – Dijo Adam. Posó su mano derecha en el hombro izquierdo de Jack. Era un gesto de haber ganado. – Te ha estado mintiendo desde que os conocisteis. Por supuesto que sabía lo que eras, desde el principio. Desde antes incluso de que tú lo vieses. Y por cierto, ¡no somos hermanos! ¡Era todo una patraña! Algo que montamos para engañar a la gente del pueblo. Y Lusom no era nuestro padre, él no era más que un estúpido y tocapelotas vampiro que nos tenía vigilados las veinticuatro horas del día, y que no nos dejaba beber sangre humana. La verdad es que me alegré de que nos dejara para siempre, de cualquier forma no servía para nada.
-       Pero… - Katherine no podía mediar palabra. Contemplaba la enfurecida cara de Jack y el rostro vencedor de Adam a la vez.
-       Jack sabía perfectamente que usaba el control mental con tu primita, ella nos ha servido de suministro durante varias semanas, hasta que llegaste tú. Entonces, nos concentramos en ti, ahí vimos una oportunidad de cambiar nuestro futuro. Tú una bruja con poderes infinitos. La sangre más revitalizante del mundo. Capaz de hacer inmune a un vampiro ante cualquier cosa. Te necesitábamos, y la mejor forma era usarte. Jack era el encargado de eso, y me parece que ha hecho muy bien su trabajo, que era engañarte para que pensaras que te quería. Pero ahora, dice que está enamorado de ti, un vampiro, enamorado de un humano, es repugnante.
Ahora ya sabes la verdad. Y ya que estamos aquí, vamos a probar el sabor de tu sangre, y ver qué efectos tiene…
Adam asomó los colmillos, y se dispuso a lanzarse sobre Katherine. Pero Jack se interpuso, rabioso, pudo enfrentarse a Adam. Formando un escudo ante Katherine.
-       ¡Tú no vas a tocarle ni un solo pelo! – le espetó él. – Nadie en la faz de la tierra le hará daño. – Jack se giró y le miró a Katherine. – Yo te quiero…
-       ¿Es verdad lo que ha contado, usabais a Laura como conejito de indias, y vuestro plan era engatusarme para después beber mi sangre, y así haceros inmunes? ¡Contesta!
-       Yo… es verdad, al principio, pero, ya no bebemos de Laura, y mi amor por ti es real, Katherine, te quiero…
Los ojos de ella se llenaron de lágrimas que rápidamente comenzaron a caer por su rostro.
-       ¡Bobadas! – gritó Adam, y agarró a Jack fuertemente, y con todas sus fuerzas lo apartó hacia un lado, provocando que él saliera volando contra una pared.
-       ¡Corre Katherine! –le dijo él, entre arcadas y dolores terribles.
Adam salió rápidamente detrás de ella, y la alcanzó sin problemas, Katherine corrió hasta alcanzar el jardín delantero de la casa, pero tropezó consigo misma, y antes de que pudiera caer al suelo, Adam la agarró, apresándola con fuerza.
Ella histérica, quiso quitárselo de encima, y entonces, apareció Jack.
Él fue quien tiró a Adam hacia un lado, dejando tiempo así a Katherine para que se fuera antes de que fuese demasiado tarde.
Jack y Adam se enzarzaron en una gran pelea. Y no pararon hasta que se quedaron sin fuerzas, agotados, y con medio cuerpo lleno de cortes y desgarros de los que salían grandes cantidades de sangre. 

3 comentarios:

  1. Iortiz! Me encantó, sólo una pequeña corrección, Adam dice:

    -Entonces lo aré yo.
    Encontré una pequeña faltita, va con H.
    -Entonces lo haré yo.
    ^^Espero que no te haya molestado la corrección u.u Un beso Iortiz!

    P.D: Gracias por seguir mi libro! Es un honor!

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  2. Muchas gracias Emi!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! jajajaja para nada, el honor es mío!!!! jejeje realmente es un placer :D

    Tienes razón en lo del fallo, lo que pasa es que se me olvidó corregirlo XD, pero sí, es como tú dices.

    MUCHOS BESOS!!!!!

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  3. No pasa nada ;) Los errores pasan! Huy, sí, yo en mi libro también tenía un error, pero gramatical... Ya lo corregí, lo edité! :D Conectate algún día! te paso mi libro ;)

    Un besoo!

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