Sinopsis

Katherine se trasladará a Santiago, para pasar el verano en casa de sus tíos. Pero aquel lugar tan idílico no lo será tanto, enseguida su ángel protector entrará en acción, y le avisará continuamente que ese chico del que ella está enamorada, no es alguien de fiar.
¿Qué es lo que Jack esconderá?

domingo, 27 de marzo de 2011

Capítulo.8 Tercera Parte

Ya os traigo el final del octavo capítulo, espero que os guste!!!! Ya queda menos para el final de Tentación, puede que unos tres capítulos más.
Besos!!!!


El baño la relajó, mucho tal vez, repentinamente, a Katherine le habían entrado unas tremendas ganas de dormirse.
Se puso el pijama y encendió el ordenador.
Esperó que su madre, se conectara al MSN.
Y justo, puntual, a las nueve, le envió el primer mensaje.
<<Hola, cariño.
<<Hola, mama – le contestó ella, rápidamente.
Después le envió la invitación para poder verse a través de la webcam.
A posteriori, madre e hija sonrieron y se saludaron con las manos al verse los rostros por primera vez desde la despedida en el andén del tren.
-       ¿Qué tal te ha ido el día? – esta vez la pregunta se la formuló oralmente, sin escribir.
-       Muy bien. Todos han sido muy amables conmigo. Me han regalado cosas…
-       ¿Qué cosas? – quiso saber ella.
-       Pues unos pendientes, un collar, un libro, y un diario.
-       Me figuro que lo del collar y los pendientes es cosa de tu tía ¿verdad?
-       No, bueno sí, los pendientes, me los ha regalado ella junto con Laura.
-       ¿Y el collar?
-       Jack.
-       ¿Quién es Jack?
-       Un chico.
-       ¿Qué tipo de chico?
-       Mamá, no, basta. No te voy a contar nada. ¿De acuerdo?
-       Vale, hija.
-       ¿Dónde están Papá y Pablo?
-       Ahora vienen. Están terminando de ver una cosa en la televisión.
-       ¿Nos echabais de menos? – preguntó Pablo, que entraba junto a su padre justo en ese momento en la estancia en la que se encontraba Estrella. – Felicidades hermana – le dijo él.
La conversación se extendió hasta muy entrada la noche, hablaron de la situación de la casa que se estaba construyendo, del dinero, de las vacaciones… Estrella le había dicho a su hija que su regalo lo vería cuando fuera allí con ellos, es decir, entre finales de agosto y principios de septiembre.
Y eso la excitó. Pues quería saber de qué se trataba ese regalo, que según Pablo le iba a encantar y le iba a recordar a alguien.
Katherine apagó el ordenador y se tendió en la cama, cansada. Relajada también.
Fue entonces cuando escuchó los gemidos de su prima. Que lloraba en su habitación.
Tras estar escuchándola un buen rato, y empezando a sentir impotente, fue hasta su habitación y tocó la puerta con los nudillos un par de veces.
-       Pasa – le dijo Laura.
Katherine, al entrar, vio cómo se secaba las lágrimas.
-       ¿Qué te pasa? – le preguntó ella.
-       Nada, es que… me siento muy mal. – Se confesó.
Se sentó junto a ella en la cama.
-       Te he visto esta mañana con Adam en el jardín, ¿qué te pasa con él?
-       Es, cuando se me acerca, me habla, o me toca… se me erizan todos el bello del cuerpo, y me pongo mala, histérica. Lo odio, pero no sé por qué. Al tenerlo cerca, no me siento segura.
Katherine recordó la fiesta, y cómo ella se le había lanzado con un cuchillo en la mano, intentando matarla. Jack le había dicho que no era ella, que debía de estar poseída por algo, o controlada por alguien. Katherine no supo muy bien de lo que estaba hablando Jack hasta que vio aquella mañana a Adam, usando eso de los ojos. Como si estuviera hipnotizando a su prima. Sin cortarse un pelo.
Katherine sintió ganas de tocar a Laura, como si eso le permitiese saber más. Hondar en el interior de su prima, sentir lo que ella sentía, ver cosas que ella había vivido…
Y no lo dudó un instante.
La tocó. Y le preguntó.
-       ¿Qué sientes cuando tienes a Adam cerca?
Laura un tanto extrañada, y pensando que ya le había dicho eso precisamente eso, no supo qué decir.
Katherine entró en ella, y vio cosas que tal vez no debería de haber visto.
Los recuerdos de Laura la trasladaron a atrás en el tiempo, precisamente al día siguiente del que llegó al pueblo, cuando asistieron invitados a la barbacoa de Jack, Adam y el fallecido Lusom.
Vio como Adam besuqueaba a Laura, y la ponía contra una gran piedra, y entonces, él excitado, sacaba los colmillos y se los hincaba a Laura en el cuello. Ella lo sintió todo, el dolor del principio, y la satisfacción que le precedió.
Después se escuchó a sí misma, hablando detrás de Adam, pero como en ese momento estaba reviviendo la escena desde el punto de vista de su prima, vio como Adam retiraba costosamente los colmillos y se giraba para mentirle sobre lo sucedido a Laura, después, todo se volvió negro y borroso.
Regresaron al mundo real.
Y Laura estaba estupefacta.
Katherine no sólo había accedido a los recuerdos de su prima sino que encima la había hecho recordar.
Los ojos de Laura mostraron claridad por primera vez en mucho tiempo, pero después se destiñeron hasta mostrar un profundo horror y terror, saltó de la cama y abandonó la estancia.
Katherine la siguió.
-       ¿A dónde vas? – le preguntó.
Pero ella no le hizo caso.
Ulalia las vio bajar hasta el primer piso. Ella se encontraba en el salón disfrutando de una serie que emitían en ese momento por la televisión.
-       Déjala – le dijo. – Ella es así, cuando está un poco aburrida sale de marcha con las amigas.
-       Pero… - Katherine vio cómo su prima se perdía en la oscuridad que cubría la calle. No tenía ni idea de a dónde se dirigía.
En silencio, subió de nuevo hasta su cuarto, y al acercarse a la ventana, descubrió, que la gata que había visto hacía unos días, volvía a estar allí.
-       Hola, pequeña, ven pequeña – le dijo, entre silbidos. – Entra gatita, ven bonita…
La gata, recelosa, saltó de la rama del árbol hasta el alfeizar de la ventana, sin tener mucha confianza. La mitad de su cuerpo entró en la casa, pero antes de que lo hiciese por completo, se dio la vuelta rápidamente, bajó por el tronco del árbol hábilmente y desapareció en la oscuridad.
Katherine cerró la ventana, y bajó la persiana.
Después, se tumbó en la cama, pensando en Adam y lo que había descubierto sobre lo que le había estado haciendo a su prima. Sólo esperaba que Jack no estuviese involucrado en todo aquello, y que fuese cosa de Adam, que era un pervertido y un asqueroso.
Fue aquella idea y las imágenes aún grabadas vívidamente en su cerebro las que le dificultaron conciliar el sueño.


Lax se encontraba sentado al volante de su coche. El cual estaba aparcado enfrente de la casa en la que desde hacía un par de semanas vivía Katherine.
El humo del cigarrillo que Lax mantenía entre los dedos índice y corazón de la mano derecha, se perdía por la ventana.
Lax pensaba en la mejor forma de conseguir el permiso para poder entrar a sus anchas en aquella casa y llevarse a Katherine sin causar ningún revuelo.
Expulsó una bocanada de humo por la boca, y vio cómo una gata saltaba sobre el capot de su auto.
-       ¿Qué coño haces tú aquí? – preguntó él a la gata. Enfadado.
La gata, de repente, se transformó en una humana.
En una vampiresa, más precisamente, en una vampiresa pequeña, de un metro cincuenta y pocos, de tez pálida, ojos marrones y brillantes, y de cabello corto y de un color rojo fuerte.
-       ¿No te alegra verme? – le dijo ella, en tono disgustado.
-       Te he hecho una pregunta, Sophie.
-       Yo llevo un tiempo por este pueblo, antes de que tú vinieses, yo ya había recopilado un poco de información sobre Jack y Adam para El Creador.
Se hizo el silencio.
-       ¿Estás pensando en cómo entrar en la casa? – preguntó ella.  Y al ver con qué cara le miraba él, asintió; - Sí, ya me he enterado de las órdenes que te ha dado El Creador. Y me parece que lo tienes un poco chungo, porque sin invitación… - torció la cara, en señal de preocupación, algo que ella no sentía en absoluto. – Yo por ejemplo acabo de conseguir la invitación. Esa tal Katherine parece mucho menos inteligente y especial de lo que se dice. No se ha dado cuenta de que era una vampiresa. – Lax no dijo nada. - ¿Entonces, cómo tienes pensado conseguir el permiso para poder entrar en la casa y llevarte a la chica sin impedimentos?
-       No lo sé. – Confesó él, asqueado.
-       Uff, pues mal lo tienes, porque te quedan veinticuatro horas para llevar a la chiquilla a la dirección que te han especificado, si no… ya veo tu cabeza hincada en un palo en manos del Creador.
-       Sophie… si no vas a decirme una forma de conseguir lo que quiero, ya te puedes ir, porque sobras. – Le espetó él.
-       ¿Quieres qué te diga una forma de conseguir entrar sin pedirle permiso a nadie de la casa?
Sophie se acababa de ganar toda la atención de Lax.
-       Hoy han llamado a la pizzería, y un repartidor les ha traído su pedido. Lo único que tienes que hacer, es encontrar al repartidor, hipnotizarlo, y que él te dé la invitación para entrar en la casa, pues a él ya se la han concedido.
Lax sonrió en su interior, se le acababa de abrir una ventana en aquella habitación a la que había dado tantas vueltas y que hasta ese momento había permanecido completamente a oscuras. Ahora la luz entraba y todo le parecía más claro.
El único problema que tenía ahora era encontrar al repartidor.
-       Al tío lo podrás encontrar en la pizzería de la ciudad, con que vayas y preguntes por él, te dirán quién es, luego sólo tienes que encargarte de que te invite y de que muera, si no, no servirá de nada que te haya concedido la invitación previa.
-       Por primera vez, me has sido de utilidad, Sophie – le dijo él.
-       Te deseo suerte, la vas a necesitar, no creas que con la invitación lo tienes todo hecho. Ahora falta que ni Jack ni Adam se enteren de tu presencia, no te olvides que al Creador no le gustan los problemas.
-       ¿Y por qué debería fiarme de ti? – preguntó Lax – me has usado en el pasado para tu beneficio, siempre tienes algo en mente.
       -    Cariño, estamos ligados, ¿enserio crees que haría algo que te perjudicara? Además, El Creador me tiene vigilada, si te engañara saldría perdiendo, y seguramente acabaría muerta. 

2 comentarios:

  1. Iortiz, me encantó el capítulo, cada vez se vuelve más interesante, sólo quiero decirte una cosa, si no es mucha molestia. Cuando Laura habla con Katherine, le dice:

    -Se me erizan todos el bello del cuerpo.

    Yo creo que tendría que ser:

    -Se me eriza todo el bello del cuerpo.

    Pero no sé, jaja, yo soy una pincipiante escribiendo. Pero creo que eso quedaría mejor, vos fijate, y decime si estoy equivocada o si estoy en lo cierto. :D

    Besos !!

    P.D : Gracias por haber leído mi libro y por darme ánimos !!! Ahora estoy más interesada por escribir de lo que estuve nunca :D Gracias por todo Iortiz

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  2. Muchas gracias Emi!!!!! gracias por comentar!
    Sí, ahí hay un fallo. Es que no corregí el trozo del cap antes de colgarlo jajajaja

    Besos!!!

    P.D: De nada, es un placer!!! eso me gusta, que escribas con ímpetu!!!! gracias a ti Emi!!!

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